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Dear Prudence

Amantes de la mujer
Amantes de la mujer Dear Prudence

-No encargamos de su abrigo para ti, la prudencia, - me ofrecí como ayudé a quitar su chaqueta de piel. -Gracias, Mike, - sonrió. -Nos vemos en el bar después de que haya terminado esa tarea pequeña. -Eso fue cuando me di cuenta de Steve Watkins y Barry Reynolds se interpone entre la sala de abrigo y yo. Apenas podía ocultar mi desagrado como intentar caminar alrededor de ellos para colgar la piel de la prudencia. -¿Te he oído llamar a su esposa 'Prudencia', Mikey -se rió Steve. -Es un nombre muy a menudo no se escucha. De hecho, tiene que ser la primera prudencia que jamás haya visto. --No sé lo que oyó, Steve, - me respondió. -No creo que me has oído llamar a mi esposa por su nombre, sin embargo. ¿Está siempre jugando palabra y así ser muy precisos, Mike! Voy a hacer es mucho más simple, - gruñen Steve. ¿-Es el nombre de su esposa la prudencia, o no --Bueno, sí, ese es su nombre, pero no puedes esperar que te diga lo que puede que haya oído, - mantenía. Yo había trabajado para la Corporación Dittmar durante doce años, pero sólo había sido asignado a la sucursal de la empresa Utica unas semanas antes. En ese intervalo bastante corto, yo había aprendido a rechazar fuertemente Steve. Era vago, odioso, arrogante y amoral. Barry Reynolds fue su compañero, o eso parecía. Jugó Robin a Batman de Steve. Steve y cada creía que estábamos en línea para convertirse en Gerente de la sucursal y por lo tanto había generado una rivalidad natural. Salió de su manera de ridiculizar a mí y a mi trabajo. Debido a sus esfuerzos eran tan descarados, nunca sentí la necesidad de responder directamente a sus acciones. Simplemente seguí haciendo mi trabajo tan bien como pude. Acaba de pasar a ser mucho mejor que Steve era, al menos en mi humilde opinión. Ese hecho poco le aumentara en más flagrantes delitos contra mi reputación. -Su esposa tiene un gran par de tetas, Mike. Lucen como una c-taza, al menos,-observó Steve. -Ese vestido seguro demuestra mucho de ellos, también. ¿Es una especie de puta -Los esfuerzos de Steve provocarme fueron patéticos. Era obvio que estaba tratando de conseguir mi cabra. Había jugado el juego suficiente para saber cómo ganar. Paciencia y cerebros siempre pegaba un bocazas y acciones precipitadas. -No creo analizaré senos de mi esposa contigo, Steve, - le contesté. -Ciertamente no es una puta. Ella es una dama y se tratará como tal en todo momento. -Steve no lo dejaron ir. Me di cuenta que ya debe haber tenido un par de tragos. Era como un animal al acecho. Quería un pedazo de mí como lo conseguiría. -Si estás tan seguro de que su esposa es una mujer, que debería estar dispuesto a hacer una pequeña apuesta, - razonó Steve como guiñó el ojo a su compañero, Barry. -Yo no hago apuestas, Steve. Usted tendrá que disculparme, - insistí. -No debería circular alrededor de la habitación. --Es un poco temprano para lameculos, Mike, - Steve se rió entre dientes. -Viejo Mumford tardará un par de horas al menos. Llamó a Tom y le dijo que llegaría tarde a la fiesta y que esperaba que todo el mundo estaría aquí cuando él llegó. -Ese pedazo de noticias me molestó. Me sentí obligado a llegar a la fiesta de Navidad temprano para hacer una buena impresión en Dirk Mumford, quien recientemente había sido nombrada CEO de Dittmar Corporation. Debajo de él había trabajado hace varios años y sabía que él insistió en que los empleados cumplir con sus expectativas. Era su camino o la carretera. Ahora tendría que esperar unas horas para estar seguros de que era consciente de mi participación en el asunto de la compañía. Eso significaba que Steve tendría más oportunidades para irritar a la mierda. Iba a ser una noche larga. Steve vio cómo esta noticia tenía me molestó aún más su balbuceo insípido. Eso pareció animarlo y le llevó a hacer su apuesta. -Actúas muy superior, Mike. ¿Crees que eres un candado para la posición de la oficina del gerente. ¿Crees que tu esposa trofeo es tan leal y dedicado. Me da asco! -prácticamente escupió a mí. -Puedo apostar que consigo mis manos en las tetas de su esposa antes de la medianoche. No me sorprendería si tengo aún más lejos, pero yo soydispuesto a apostar $ 50 puedo lejos! --¿Crees que nunca estaría involucrado en una apuesta tan estúpida, Steve -Pregunté con incredulidad. -No sabes nada de mi esposa. Le dejamos fuera de esta discusión sin sentido. De hecho, esta conversación terminó! --Gallina cobarde! -gruñó Steve. -Seguir fingiendo que eres mejor que yo. La verdad es que no confías en esa puta fuera de tu vista. Temes que ganaré la apuesta, así que pretendes ser indignado. Eres una obra maldita realmente lo siento! -Ahora estaba lívido. ¿Cómo un hombre puede permitir otro hombre habla así de su esposa y aún mantener su orgullo Rápidamente formuló un plan. Era tiempo de que Steve fue eliminado desde el campo de la competencia de mano de obra. -50 dólares no vale mi tiempo! Se mofó atrás. -Hagamos quinientos y que Barry espere el dinero. -Como me habló abrí mi cartera y tiró cinco facturas fuera y entregó a Barry. Para crédito de Steve, que casi no pestañeó como siguió mis indicaciones. -Esto va a ser un verdadero placer! -él victoriosa. -Necesitamos unas reglas sencillas. Que no puedas avisarle esa perra sobre nuestra apuesta. De hecho, no siquiera hablas con ella a menos que Barry o están presentes. --Feria, - estoy de acuerdo. -Barry celebrará los mil. Si no logra conseguir sus manos en las tetas de mi esposa antes de la medianoche, me da el dinero. Si lo logran, que te regala el dinero. Esa es la apuesta toda. --Está bien conmigo. Si me pongo mis manos las tetas de su esposa antes de la medianoche, Barry me da el dinero. De lo contrario, te das cuenta,-Steve de acuerdo. -Barry tiene que estar bastante cerca así que él puede ser testigo de la desaparición de su maldito arrogante actitud. --Que estará de acuerdo que él es el juez en cuanto a si o no lo conseguido con mi esposa lo suficiente para cobrar la apuesta, - concedió. -Tiene una apuesta, imbécil! -Steve se rió entre dientes. -No me culpes si su esposa pierde interés en ti después de jugar con sus tetas esta noche. Ella probablemente querrá conmigo, también! --Steve, si te las arreglas para maltratar a los senos de mi esposa antes de la medianoche, puedes coger la mierda de ella en cuanto me preocupa, - admití. -Si eres tan bueno, no sería capaz de evitar que de todos modos. --Ahora sí, Mike. Me gusta esa actitud. Te voy a dar el mejor sexo de su vida a su ruina para ti. Ella nunca estará contento contigo otra vez después de esta noche, - cantados Steve. Con eso, Steve Barry dio vuelta y caminó hacia la barra y la prudencia. Aún tenía que ir a buscar una percha, así fue unos minutos antes de que salí de la sala de abrigo. Vi a Steve bailando con prudencia cuando volvió a unirse a la fiesta. Fui a la barra y pedir una cerveza. Entonces empecé a hacer casualmente las rondas. Tuve tiempo para matar así que visité con amigos sentados en mesas o parados conversando. Estaba decidido alejarse de la prudencia el resto de la noche. Realmente no pensé que incluso se enteraría que le evitaba. No quería hacer nada que arruinaría mis posibilidades de recoger un fácil quinientos dólares, así como sacar a Steve del pelo bien. Se me ocurrió que podría estar haciendo un Master Card comercial. Era la época de Navidad y el dinero extra que sería útil. El tiro libre en la posición del Gerente era impagable. Pasé algún tiempo parloteo con Tom Barriger, el actual gerente de sucursal. Ya lo había hecho conocido que planeaba retirarse por otra caída. Él tenía sueños de pasar sus inviernos Golf, en lugar de pala de nieve. -Supongo que sabes que Dirk Mumford llamó para decir que llegaría tarde. -preguntó Tom. -Su vuelo se retrasó y estaba enojado. Sugiero que todos le dan un amplio margen cuando llegó. --Tienes ese derecho, Tom, - estoy de acuerdo. -Pasó 10 años en la infantería de Marina y no acepta nada de nadie, ni siquiera en un buen día. --¿Lo conoces, Mike Parece saber algo de él,-observó Tom. -Era mi jefe en Harrisburg durante tres años. No somos amigos ni nada, pero nos llevamos bien, - concedió. -Me pregunto si Steve sabe de eso! -Tom se rió entre dientes. -Ha decidido pegarte a mi trabajo cuando me jubile. Como ya sabes, no voy a buscar mi reemplazo, ni iba a querer. Steve tendría su cabeza hasta ahora por el culo; Tendría que ver mi proctólogo para cagar! Deja que la pelota Mumford cuando llegue. --Mumford disparará el culo de Steve a la vista, Tom, - afirmé. -Creo que dejas tus esperanzas y sueños reemplazar su lógica, - permitió Tom. -Steve puede ser molesto, pero su expediente está limpio y que ha pagado su cuota. Ha conseguido hacer algunos amigos influyentes en las altas esferas. Tanto como odio admitirlo, tiene como una oportunidad para hacer mi trabajo como lo haces. Quizás sea mejor. --Te gusta una buena apuesta, Tom. Te apuesto a quinientos dólares Mumford le dispara esta noche. Eso ayudaría a comprarte un nuevo conjunto de clubes como tigre usa - incitó. -¿Has estado hablando con Mumford -exigió Tom. -¿Tienes información confidencial --Sólo Mumford es baqueta recto. Él podrá despedir de Steve antes del final de la tarde, a menos que no tiene aquí en absoluto, - señalé con confianza. -Creo que me quedo con esa apuesta, Mike, - respondió Tom como le ofreció su mano. -Steve es nada si no una adulación, marrón olfatea obsecuente. Él te dará un plazo para mi posición. No pude reprimir mi sonrisa cuando estreché la mano de Tom. ¿Cuántos momentos Master Card puede tener Busqué en la multitud para alguna señal de Steve. Lo vi caminando desde el bar con un par de copas en sus manos. Era todo sonrisas mientras le entregó uno a la prudencia. De alguna manera él debe haber sabido que estaba vigilando. Él giró su cabeza en mi dirección y dio un guiño exagerado. Sabía las estacas, así me froté mi ojo con mi dedo medio. Agarró mi significado y sacudieron sus hombros en alegría silenciosa. Que realmente estaba disfrutando. La idea de que cometería un error mi matrimonio parecía hacer su noche. Él monopolizó la prudencia toda la noche. Bailaron. Acentúa en las bebidas. Ellos se rieron. Steve le estaba trabajando para todo lo que valía. Tuve a regañadientes darle crédito. Él sabía lo que estaba haciendo y trabajó duro en él. Si había trabajado tan duro en su trabajo, yo no tendría ninguna posibilidad en la posición del gerente. Steve tuvo cuidado de no dejar que la prudencia hablar mucho con los otros invitados. Fue mi suposición que no quería recordar a la prudencia que ella era una mujer casada. También no quería perder su atención. Fue como ver a un maestro en el trabajo. Él estaba jugando con ella como un violín. De 10:00, comencé a tener dudas. Prudencia y Steve bailaban cada baile lento. Ella estaba mostrando signos de estar bajo la influencia del alcohol que había consumido, así como línea de Steve de mierda. Mumford no fue se donde debe ser visto y más que unos pocos de los asistentes al partido comenzaban a murmurar. Es tan difícil besar a un idiota que no se encuentran. Perdí la vista de la prudencia alrededor 10:30 y empezó a preocuparse. Podría resultar ser una noche muy cara para mí. Tendría que dar Tom un cheque para cubrir la apuesta con él. Me imaginé mi prudencia explicando cómo había llegado a perder una apuesta de quinientos dólares en una empresa de la fiesta de Navidad. Nunca sabría acerca de los quinientos en efectivo si la perdí. Hay algunas cosas que no entienden las esposas y perder apuestas es uno de ellos. Puedes ganar una docena en una fila, pero perder uno y eres el gilipollas que alguna vez un suspiro! Mientras yo estaba contemplando la volubilidad de la mujer, escuché un cambio en los sonidos de la multitud. Mirando, vi a Dirk Mumford paseando por toda la habitación. Estaba sonriendo y agitando las manos mientras caminaba. Fue justo en ese momento que Barry vino hacia mí y empezó a tirar de la manga. Barry tenía una enorme sonrisa comer mierda. Era ajeno a la llegada de Mumford. Se veía como el gato que tiene el canario. -Mike, ¡ date prisa sobre a la pequeña sala de conferencias frente al baño de hombres! Steve tiene algo que quiere mostrarte. ¡ Date prisa! -insistió Barry antes de que se volvió y prácticamente corrió hacia la habitación había mencionado. Abrió la puerta yse deslizó dentro, cerrando cuidadosamente detrás de él. -Hola, Mike! -auge Mumford como él se me acercó y extendió su mano. -Hola, Dirk, - me respondió con mucho menos volumen, agitando su mano. -Es bueno ver que llegaste a la fiesta. --No fue muy fácil, Mike. Te puse sobre el taxista cincuenta dólares para ejecutar unas luces así tendría más rápido, aquí-se rió. ¿Dónde está la prudencia Está aquí, ¿no --Sí, ella es Dirk. El último que vi de ella, entró a ese cuarto enfrente del baño de hombres, - contesté mientras apuntando a la puerta Barry había usado. Frente de Mumford arrugada en un ceño que irrumpió a través del suelo y entró en la habitación que había indicado. Era pasada la medianoche cuando marqué el número de mi esposa en mi celular. En el tercer anillo-contestó ella. -Tienes mucho valor, Mike! -estado quejando. -La prudencia, escúchame! -Le rogué. -Tengo una noticia que me perdone! ¿Sólo escucha, por favor --Bien, Mike, - respondió la prudencia. -Más vale que sea buena o vas a estar en la casa de perro para Navidad. Sabes. --Es y que hacer, - le contesté. -Ese culo, Steve Watkins apostó que podría tener en sus manos las tetas esta noche. Fue una apuesta de quinientos dólares. Una condición de la apuesta era que no hable con usted antes de la medianoche. Por eso te estoy llamando ahora, - me reveló. ¿-Realmente ¿Por qué estaría tan seguro de que podría hacerlo, Mike ¿Qué dijiste persuadirlo para hacer la apuesta -exigió prudencia. -Es una larga historia. De alguna manera deduce que mi esposa se llamaba la prudencia y que tenía grandes tetas y eran un poco de una puta. Lo añadió todo y decidió hacer un dólar cincuenta apuesta que él podría liberar tus tetas de sus menos de confinamiento adecuado. Me subió la apuesta a quinientos y tomó la apuesta. Las tres condiciones eran que no hablar antes de la medianoche, su control del amigo el dinero y también ser el juez respecto a cuál de los dos fue el ganador, - añadí. ¿-Grandes tetas Me gusta esa parte! Me temo que veo donde vas con esto, Mike. ¿Este idiota pida ver alguna identificación, por casualidad -Me preguntó. -Bueno, no. Nunca me pidió una foto o algo así, si eso es lo que quieres decir, - me respondió. -Sabes exactamente lo que quiero decir, Mike! ¿Me da miedo a preguntar, pero hubo Dirk esta noche --Sí, aunque su vuelo se retrasó y no apareció hasta cerca de once. ¿--Mike, estaba usando uno de esos vestidos que muestra la mayoría de sus tetas mejoradas Ella bebía demasiado. -cuestionó la prudencia. -¿Has ganado la apuesta maldita enferma --Sí a todas esas preguntas. Es una de las razones que le he llamado, además de que falta mucho. Voy a entregar el teléfono a Barry Reynolds. Es el ex empleado de Dittmar que retiene el dinero apostamos. Le digo tu nombre y cuánto tiempo hemos estado casados para poder recuperar. No estoy seguro si Steve está en la cárcel o en el hospital. De cualquier forma, perdió la apuesta. Podrá coger un vuelo de regreso a Pittsburgh el viernes. Me recoja en el aeropuerto y podrá estar pasando las vacaciones celebrando, cariño. Prudencia puede parecer un nombre inusual para algunos, pero sé de al menos dos. Hay, por supuesto, y entonces hay Prudence Mumford. Steve y Barry Prudence Mumford reunieron esta noche. De alguna manera, no creo que ellos tendrán la oportunidad de conocerlo, - admití. Esta historia está protegida por derechos de autor el derecho internacional, por el autor, todos los derechos reservados. Si encuentra publicada en cualquier lugar excepto peru.com con esta nota, se ha publicado sin mi permiso. 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