La apretada vecina del piso de arriba siempre lo saludaba con una sonrisa coqueta, y él no podía evitar preguntarse qué estaría pensando.
La apretada vecina del piso de arriba siempre lo saludaba con una sonrisa coqueta, y él no podía evitar preguntarse qué estaría pensando.
La apretada vecina del piso de arriba siempre lo saludaba con una sonrisa coqueta, y él no podía evitar preguntarse qué estaría pensando.
él había invitado a la madrastra de su amiga a cenar en su apartamento, y no podía evitar mirarle las tetas cada vez que se inclinaba para servirse más vino.
él había invitado a la madre de su amiga a cenar en su apartamento, y no podía evitar mirarle las tetas cada vez que se inclinaba para servirse más vino.